Recientemente el Instituto de Estudios y Formación de la CTA elaboró un documento titulado “Bicentenario sin Hambre – Evaluación del Programa ‘Asignación Universal por Hijo para la Protección Social’ en sus primeros 4 meses de Implementación”. En el informe fue elaborado por Ana Rameri, Agustina Haimovich y Mora Straschnoy y coordinado por los economistas Claudio Lozano y Tomás Raffo (http://buenosairespt.org.ar/documentos/Doc%20asignaci%C3%B3n%20universal.pdf). Al respecto, es interesante analizar algunos argumentos del informe que entendemos son erróneos. Pasamos a detallar los mismos.
El informe argumenta que la AUH se encuentra lejos de ser universal, puesto que la medida deja afuera a casi un tercio de los menores, unos 2,8 millones de niños. En el informe se supone, sobre la base de una estimación, que existen un total 13,6 millones de menores de 18 años. Acá, la fuente de la estimación:
http://www.indec.mecon.ar/
(Pestaña Población – Proyecciones y Estimaciones – Por Provincia. El documento es “Proyecciones provinciales de población por sexo y grupos de edad 2001-2015)
Para que no queden dudas, se incluye a continuación el cuadro de referencia (pg.21 del citado documento):
Cuadro 2. Población por sexo y grupos quinquenales de edad, para cada una de las provincias.
Total del país
(click sobre la imagen para agrandar)
Como verán, si suman las franjas 0-4, 5-9, 10-14 y 15-19 obtienen 13.605.870 “niños”. Esta es la fuente de información utilizada para el cálculo. El problema radica en que aquí se incluyen “niños” que no sería sujeto de beneficio. Es decir, todos los “niños” con 18 y 19 años cumplidos no son sujetos del beneficio. Por lo tanto, el dato del total de niños está sobre-estimado.
Sin embargo, la apertura censal para realizar estos cálculos se encuentra disponible con una apertura por tramos de 5 años. El último de estos tramos que sería utilizado para realizar el cálculo va de 15 a 19 años inclusive. De aquí surge el primer error del trabajo, que invalida todas las consideraciones posteriores respecto del grado de universalidad o alcance de la medida: se incluye a “menores” con 18 años cumplidos y con 19, cuando lo correcto es incluir a todos los menores que tengan entre 0 y 17 años inclusive.
Si de los 13,6 millones de niños se depuran los de 18 y 19 años (en base a la información del censo para 2001, que sí está por año) la cifra correcta es de 12,2 millones de menores, 1,4 millones menos que lo que dice el informe. Si suponemos que esos 1,4 millones se encuentran distribuidos aleatoriamente entre los hogares con trabajadores informales, cerca del 40% tienen ingresos del jefe más elevados que $ 1.500. Por tanto, quedarían sin cubrir unos 800.000 menores de bajos ingresos. Esto es grave, de más está decirlo, pero también hay que decir que 800.000 es muy distinto que 2.800.000.
Es decir, cuando las cuentas se hacen de manera correcta, el porcentaje de niños de bajos ingresos cubiertos asciende al 93%.
Otro de los puntos discutibles del trabajo es que minimiza el impacto de la AUH sobre la indigencia. Según el informe,
“La instrumentación de la asignación ha permitido que la tasa se reduzca al 12%. En este marco la inflación ha elevado la tasa al 13,2%"
En el documento que elaboramos en conjunto con Carlos Cañete y Demián Panigo (http://www.ceil-piette.gov.ar/docpub/documentos/AUH_en_Argentina.pdf) realizamos el cálculo para indigencia utilizando el promedio de los organismos de estadísticas provinciales que publican regularmente este tipo de información (disponible acá: http://cenda.org.ar/). Al momento de realizar el estudio y con la información disponible, la divergencia entre el IPC-7 provincias y el IPB-GBA era de alrededor de 35% a favor del primero. Como precaución utilizamos un deflactor que fuera un 50% más alto que el IPC-GBA, no sólo para despejar cualquier tipo de controversia en torno a la utilización de información provenientes de consultoras, sino además para que la información no perdiera vigencia a la fecha de publicación del estudio.
Sobre esta base, los resultados en materia de pobreza e indigencia y de la estimación del impacto de la AUH son los que siguen:
Categoría | Antes de AUH (%) | Luego de AUH (%) | Variación (%) |
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Pobreza | 26,0 | 22,6 | -13,1 |
Indigencia | 7,5 | 3,4 | -54,7 |
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Además, de acuerdo a nuestras estimaciones (que fueron realizadas sobre una base de 3,5 beneficiarios, cuando en la actualidad son 3,7) el gasto en la AUH representa un 0,6% del PIB y un 1% del Consumo. Sobre la base de estimaciones econométricas, calculamos que el efecto total sobre el PIB podría implicar entre 1,2 y 2,1 puntos porcentuales de crecimiento adicionales por la sola aplicación de esta medida.
En definitiva, damos la bienvenida a las discusiones asociadas a la AUH. Pero, sin embargo, entendemos que es central que esas discusiones se elaboran sobre la base de información verídica y que los análisis tenga un mínimo carácter científico. De lo contrario, poco es lo que nosotros, los economistas, podemos aportar a este tipo de cuestiones.
Emmanuel Agis.