Recientemente el Instituto de Estudios y Formación de
El informe argumenta que
(Pestaña Población – Proyecciones y Estimaciones – Por Provincia. El documento es “Proyecciones provinciales de población por sexo y grupos de edad 2001-2015)
Para que no queden dudas, se incluye a continuación el cuadro de referencia (pg.21 del citado documento):
Cuadro 2. Población por sexo y grupos quinquenales de edad, para cada una de las provincias.
Total del país
(click sobre la imagen para agrandar)Sin embargo, la apertura censal para realizar estos cálculos se encuentra disponible con una apertura por tramos de 5 años. El último de estos tramos que sería utilizado para realizar el cálculo va de
Si de los 13,6 millones de niños se depuran los de 18 y 19 años (en base a la información del censo para 2001, que sí está por año) la cifra correcta es de 12,2 millones de menores, 1,4 millones menos que lo que dice el informe. Si suponemos que esos 1,4 millones se encuentran distribuidos aleatoriamente entre los hogares con trabajadores informales, cerca del 40% tienen ingresos del jefe más elevados que $ 1.500. Por tanto, quedarían sin cubrir unos 800.000 menores de bajos ingresos. Esto es grave, de más está decirlo, pero también hay que decir que 800.000 es muy distinto que 2.800.000.
Es decir, cuando las cuentas se hacen de manera correcta, el porcentaje de niños de bajos ingresos cubiertos asciende al 93%.
Otro de los puntos discutibles del trabajo es que minimiza el impacto de
“La instrumentación de la asignación ha permitido que la tasa se reduzca al 12%. En este marco la inflación ha elevado la tasa al 13,2%"
En el documento que elaboramos en conjunto con Carlos Cañete y Demián Panigo (http://www.ceil-piette.gov.ar/docpub/documentos/AUH_en_Argentina.pdf) realizamos el cálculo para indigencia utilizando el promedio de los organismos de estadísticas provinciales que publican regularmente este tipo de información (disponible acá: http://cenda.org.ar/). Al momento de realizar el estudio y con la información disponible, la divergencia entre el IPC-7 provincias y el IPB-GBA era de alrededor de 35% a favor del primero. Como precaución utilizamos un deflactor que fuera un 50% más alto que el IPC-GBA, no sólo para despejar cualquier tipo de controversia en torno a la utilización de información provenientes de consultoras, sino además para que la información no perdiera vigencia a la fecha de publicación del estudio.
Sobre esta base, los resultados en materia de pobreza e indigencia y de la estimación del impacto de
Categoría | Antes de AUH (%) | Luego de AUH (%) | Variación (%) |
| | | |
Pobreza | 26,0 | 22,6 | -13,1 |
Indigencia | 7,5 | 3,4 | -54,7 |
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Además, de acuerdo a nuestras estimaciones (que fueron realizadas sobre una base de 3,5 beneficiarios, cuando en la actualidad son 3,7) el gasto en
En definitiva, damos la bienvenida a las discusiones asociadas a
Emmanuel Agis.
Las estimaciones sobre el impacto de la AUH ¿como son calculadas? Aun no se tiene una base de datos de la EPH posterior a la AUH, digamos del primer semestre de 2010, así que probablemente fue asignada como incremento sobre los ingresos registrados en 2009? Y en ese caso, ¿con qué criterio? Es decir, ¿a cuales hogares?
ResponderEliminarHay que recordar que si bien llamada "asignación universal por hijo" solo alcanza en teoría a los niños cuyos hogares tienen ingresos totales inferiores a 1500 pesos, la verificación de esta condición es prácticamente imposible (aun en países desarrollados, y mucho más en la informalísima Argentina. Esto significa que: (a) muchos hogares que aparecen en la EPH con ingresos inferiores a $1500 pueden en realidad tener ingresos superiores (esto es fácil de comprobar comparando el ingreso per capita de la EPH con el ingreso per capita nacional, que es la proporción más baja de A.Latina comparada con Brasil, Chile, Colombia, México o Perú); (b) es muy posible que la asignación sea cobrada también por hogares con ingresos superiores a $1500 (esto se puede sospechar porque 1. No se hace una verificación acabada, y 2. La asignación de los beneficios en municipios y organizaciones sociales dista de ser transparente).
Por el momento, lo más seguro es esperar a tener una nueva onda de la EPH, que comprenderá un 50% de hogares ya encuestados en 2009, separar el subconjunto de hogares con AUH, y comparar el ingreso declarado por esos hogares en 2010 con el ingreso que declaran en 2010; asimismo, comparar la tasa general de indigencia y pobreza en 2009 con la de 2010.
Hasta ese momento es difícil decir cuál va a ser el efecto reflejado en la EPH. Aun esa comparación podría estar viciada, pero probablemente la subdeclaración de ingresos en 2009 no fue muy distinta de la de 2010, por lo cual el porcentaje de aumento de los ingresos y la traslación de la curva de distribución de ingresos podría ser relativamente confiable (suponiendo que los interventores del INDEC no "corrijan los sesgos" de la encuesta de 2010, como Itzcovich dijo que habían tenido que hacer en 2007-2009).
Por otro lado, la inflación promedio de las provincias es mejor que el dibujo del INDEC, pero los índices provinciales no son comparables, y algunos de ellos se han plegado a las directivas del INDEC. Es mucho mejor tomar el dato de Bs As City, que sigue la misma metodología del INDEC antes de su intervención, y es claramente de mejor calidad. Aunque debido al oscurantismo gubernamental (que ha oscurecido la información estadística sobre inflación) es difícil tener una estimación aceptada por todos. La credibilidad es fácil de perder, pero muy difícil de recuperar.
También sería deseable una asignación UNIVERSAL por hijo, es decir percibida por absolutamente todos los niños sin excepción (ricos y pobres) (los ricos lo deberían descargar luego de la exención de Ganancias por cargas de familia, y así "devolverían" con creces lo que cobraron). Si esa verdadera AUH se cobrara en función del DNI del niño, concentrando los datos en un registro central, no habría posibilidad de fraude, ni de clientelismo. Una lástima que se llame asignación "universal" al régimen actual, que dista de serlo.
Emmanuel, no me queda claro porqué se supone una distribución aleatoria de los pibes en los hogares informales. Me parece que ahí hay un punto clave en cuanto al efecto relativo de la AUH en población indigente.
ResponderEliminarHéctor, la AUH (al igual que la asignación "común") se cobra con el CUIL del menor, es decir el DNI, y con los datos concentrados en registro central. No imposibilita el fraude (p.e. defunciones no declaradas), pero lo hace bastante difícil...
De acuerdo, Guido, en lo del CUIL. No es igualmente universal, ya que hay criterios de elegibilidad.
ResponderEliminarLos que pagan ganancias deducen un monto por hijo. Esas familias deberian cobrar la AUH, como todo el mundo (independientemente de los ingresos), si es que se trata de una asignación UNIVERSAL; y entonces se derogaria la deduccion de Ganancias por hijo, la que es superior a la AUH. Esto último significa que a los niños de hogar pobre se los subsidia con $180 y a los que son miembros de un hogar rico, en cambio, se los subsidia con una exención impositiva muy superior.
Esta modificación incrementaría la equidad y mejoraría la transparencia del esquema, al convertir la AUH en totalmente universal y automática. Además es más conveniente del punto de vista fiscal (mejora los ingresos fiscales).
Me gusta muchísimo este blog, que aúna alta informatividad y accesibilidad para nosotros los legos. Saludos.
ResponderEliminarmuy buen post.
ResponderEliminarChe, a la cuestión de la cantidad de menores el documento de la CTA le contesta en una nota al pie, que copio abajo, en la que argumenta por qué no usar los datos del censo 2001. Lo honesto desde el punto de vista científico sería defender con argumentos por qué el autor del post considera los valores de ese censo como utilizables. El informe de la CTA da cuenta de modo explícito de su propia decisión metodológica.
ResponderEliminarAquí, la nota al pie:
"La cifra de 13,6 millones de menores de 18 años surge del informe de “Proyecciones y Estimaciones de la Población 1950 – 2015” elaborado por el INDEC. En dicho informe se agrupa a la población por grupos quinquenales de edad, y en consecuencia dentro de esta franja se ubican menores que ya tienen los 18 años cumplidos. Como el sistema de asignaciones familiares otorga beneficios a los menores de 18 años, algunos funcionarios públicos cuestionan esta cifra por considerar que hay menores que no debería recibir el beneficio (por tener cumplidos los 18 años). Para estos funcionarios la cifra de menores oscila entre 12,4 millones y 12,9 millones. Se trata de una cifra que es prácticamente igual a la arrojada por el Censo del año 2001 de cerca de 12,5 millones de menores. Desde el 2001 al 2010 la población total ha crecido en más de 3,4 millones de personas. Si se tomaran la composición de la estructura población del Censo del 2001 y se la replica para la población actual, la cantidad de menores de 18 años sería de 13.599.017, prácticamente similar a la que estamos utilizando en el presente material. Nadie puede saber a ciencia cierta cual es la cantidad total de menores de 18 años en la actualidad. Se puede adoptar algún criterio de estimación, pero en modo alguno mantenerse con un dato que esta desfasado casi una década (como lo hace la presentación oficial). Hemos adoptado el número de 13,6 millones aún sabiendo que hay menores que ya tienen 18 años cumplidos, porque consideramos que es la mejor estimación posible, ya que es la realizada por el organismo encargado de las estadísticas públicas y que se acerca bastante a una proyección propia en base a mantener la estructura de población del Censo 2001 y aplicarla a la estimación de la población actual. Por otro lado, en un contexto mundial que ubica al conocimiento como la clave del paradigma tecnológico vigente lo ideal es que la asignación por hijo acompañe también la formación terciaria y/o universitaria de la fuerza laboral. Desde este punto de vista no parece apropiado fijar como limite de edad para la asignación hasta los 17 años."
Santiago:
ResponderEliminarLa CTA no responde la crítica en un pie de página. Esconde su mentira en un pie de página.
Dice grande que hay 13,6 millones de ninos y luego en una nota al pie dice que en verdad hay menos, no sabe cuantos menos, pero que le parece que hay que cambiar la definición de ninos y poner hasta los que tienen 19 anos.
De qué decisión metodológica me estás hablando Santiago?
Mentir no es una decisión metodológica. En el próximo documento, van a decir que los ninios son los menores de 26, al sólo efecto de incluir un 4 o 5 millones de personas más que no reciben asignación universal!
Santiago:
ResponderEliminarUna cosa importante para recordar. La definición de menor de edad no es algo meramente conceptual, que uno puede definir de una manera u otra según le plazca... Los menores de edad (0 a 17) están cubiertos por la AUH porque, por ley, no pueden trabajar.
La diferencia entre uno de 17 y uno de 19 es que el de 17 no puede trabajar por ley. El Estado debe proteger a todos, pero con esta ley se comienza protegiendo a los más frágiles, los menores de 18, es decir 12,2 millones no 13,6.
La CTA debiera estar orgullosa de que este gobierno ha implementado una medida que ellos tanto han solicitado en lugar de dedicarse a mentir para criticarla.
Ok, pero, ¿me explicás por qué considerás que hoy hay la misma cantidad de menores de 18 años que en 2001? El documento de la CTA hace algo que, a primera vista, a mí que no sé mucho, me parece más razonable: en lugar de suponer que la cantidad de menores de 18 años es la misma que en 2001, supone que la composición por edades es la misma, y a partir de ahí ofrece su propio cálculo de la cantidad de menores.
ResponderEliminarNo digo que uno u otro cálculo esté bien. Digo que la CTA expone sus motivos para tomar una cifra, y el autor del post elige los datos del censo 2001 sin explicar por qué le parece razonable utilizarlos.
Muchachos, mando un aporte técnico sobre el tema demográfico:
ResponderEliminar1. El Censo de octubre de 2001 registró una inusual omisión censal, pues el censo se realizó durante una huelga de docentes (quienes tenían que trabajar como censistas), por lo que muchos hogares no fueron visitados, y algunas zonas no fueron censadas. Para tener una estimación más exacta de la población por edad en 2001 hay que aplicar coeficientes de corrección, que el INDEC preparó oportunamente (como en otros censos) sobre la base de encuestas post-censales. De allí salen estimaciones de población total por edad y sexo, publicadas separadamente del censo.
2. Si bien la aplicación de la misma estructura porcentual por edad a la población total estimada de 2010 podría ser una primera aproximación, en realidad no es exacta, pues la estructura porcentual varía con el tiempo (por ejemplo, cada vez es mayor el porcentaje de ancianos, y menos el porcentaje de niños, debido al aumento de la expectativa de vida y el descenso de la fertilidad). Esa variación no es muy grande en 10 años pero se nota.
3. Existen estimaciones serias de la población por edad en 2010, tanto del INDEC hechas hace unos años, como las más recientes elaboradas por la ONU para todos los países del mundo, las cuales toman en consideración datos más recientes de mortalidad, fecundidad y migraciones.
4. Según los datos de la ONU, Revisión 2008 (la última disponible, se actualiza cada 2 años), http://esa.un.org/unpp, Panel 2, la población de niños de Argentina en 2010 sería:
0-14: 10.122 miles
15-19 : 3.423 miles
Los datos vienen en de a cinco años de edad. Para estimar la parte del grupo 15-19 que corresponde a las edades 15-16, se usa una fórmula polinomial que no detallo. Una rproximación sería tomar el 40% del total, pero en realidad resulta ser aproximadamente un 45%, es decir 3423 x 0.45=1540 miles de personas. Sumadas a las 10.122 miles de personas de 0 a 14 años, da un total estimado de 11.662 miles de personas de 0 a 17 años en el año 2010.
(continúa)
(sigo)
ResponderEliminarEsto es lo más preciso y actualizado que se puede ser por el momento. Podríamos haber contado con mejores datos a la brevedad con el censo programado para 2010, que el INDEC había empezado a programar desde 2005, pero ese censo de 2010, lamento decirlo, está siendo arruinado totalmente por la total incapacidad reinante en el organismo anteriormente denominado INDEC, hoy ocupado por una patota política, así que no habrá datos censales de 2010: o bien no se hará el censo (sería lo mejor, y con menos gasto público) o bien se hará y será un mamarracho. Probablemente habrá que hacer otro en 2012-13, una vez superada la actual situación de oscurantismo estadístico, o esperar al censo de 2020.
Entre paréntesis, el número de niños y adolescentes de 0-17 no está aumentando sino disminuyendo con el correr del tiempo, debido a la tendencia declinante de los nacimientos desde hace bastantes años. Para 2015 las mismas fuentes indican una población de 0-17 levemente inferior: 11.657 miles de personas. La disminución se hará cada vez más pronunciada debido a la aceleración gradual en la caída de la fertilidad.
En resumen, por los próximos cinco años tenemos alrededor de 11.66 millones de niños y adolescentes de 0 a 17 años. Si el beneficio (como debe ser) se extiende a las embarazadas, eso agregaría alrededor de 700.000 más, pero que solo recibirían el beneficio durante unos meses (probablemente no más de 6-7, a partir de la comprobación del embarazo), de modo que equivale a un adicional del orden de 350.000 beneficios más, dando un total del orden de 12 millones como potenciales beneficiarios (embarazadas y personas menores de 18 años).
Héctor, estoy de acuerdo con vos en cuanto a la universalización desde lo conceptual. Creo que la AUH debe considerarse como un paso en ese sentido. Sucede que las propuestas universalizadoras deben, para ser viables, tener en cuenta cuestiones que, desde una gestión son evidentes pero desde un café (aún un café en una banca de diputado) parecieran no existir. En general, quienes defienden la universalización señalan que lo único que habría que hacer es unificar el sistema de asignaciones familiares de ANSES con el subsistema de AUH y eliminar la exensión de ganancias. Va todo el mundo con el DNI y listo el pollo.
ResponderEliminarNo es así. Yo cobro la asignación por el IPS. Hay 24 regímenes de seguridad social en la argentina. Desde ya, no me opongo de ninguna manera a que todos sean absorbidos por ANSES. Todo lo contrario. Pero solo imaginate lo que implica pelearse con los 24 gremios estatales, en todas las provincias, al mismo tiempo.
Un dato para ilustrarte el párrafo anterior: los jubilados por IPS cobran 82% móvil...
Guido, existe un registro general de DNI en el Reg. Nac. de las Personas, y eso permite identificar a todo beneficiario. La ejecución del pago puede hacerse a través de un canal único (la ANSES) aun cuando no todos los adultos estén en el mismo sistema jubilatorio, ya que son dos cosas diferentes. Tambien puede haber un registro unico con desembolso descentralizado (por ejemplo, el Min de Des Soc tiene un registro nacional de beneficiarios de programas sociales, y eso no impide que los programas sean varios y que el desembolso vaya por diferentes carriles.
ResponderEliminarCreo que las razones por las cuales se implementó como ahora no dependen de razones operativas sino de un diseño de políticas sociales que opera a través de intermediaciones políticas. Esto no es solo una caracteristica del kirchnerismo, pero ha sido un rasgo dominante en esta década. Es hora de que desaparezca.
Pelearse con los gremios estatales, Guido, es una tarea que resultará necesaria, para la AUH y para otras cosas también. Por ejemplo, en casi todo el mundo la reforma de la educación ha chocado con la resistencia de los gremios docentes, que en general se oponen a dichas reformas sobre todo cuando se trata de elevar la calidad de la enseñanza y vincular el salario a dicha calidad. En California, si no me engaña la memoria, una reforma de ese tipo estuvo estancada por años, hasta que tuvo que ser implantada por referendum cuando alguien juntó firmas y se sometió a votación en las elecciones. Después de 150 años, en muchos aspectos los sindicatos han pasado de ser fuerzas progresistas a ser fuerzas reaccionarias y retrógradas (aparte de corruptas, en muchos países). Pero en fin, ese es otro tema. Solo quería señalar que en estos pequeños asuntos, como la AUH, se percibe por un lado la presencia de los tradicionales males argentinos (caudillismo, clientelismo, corrupción) y al mismo tiempo la necesidad de superarlos porque ya la sociedad no aguanta más las consecuencias de tales sistemas.
ResponderEliminarHector:
ResponderEliminarMuy buenos sus datos!
Ahora sigo sin compartir el criterio de universalidad.
Un gasto de suma fija es sumamente progresivo, es cierto.
Pero si existen los medios para identificar a hogares pobres de hogares no pobres, por qué obligar al Estado a tomar recursos de la sociedad y dárselos a sectores que no los necesitan.
Ello no quiere decir que hoy no se haga con diversos gastos particulares: subsidios a los colegios privados, exención de ganancias a espectáculos culturales, subsidios al subte, etc. etc.
Pero incorporar otra transferencias regresiva adicional me parece ir en el camino inverso al de una sociedad con equidad distributiva.
Usted dirá que igualmente ya se le dá por deducciones de ganancias.
A lo cual le respondo que no es necesariamente así, porque el pago de ganancias es fácilmente manipulable, resultando irrelevantes tales deducciones. En todo caso, podrían equipararse la deducciones especiales existentes con el monto de la AUH y listo.
Porque todo se trata de respetar la máxima que dice, mas vale pájaro en mano que 100 volando: es decir, pefiero deducirle algo en un impuesto que no pagan que darle dinero de manera efectiva. Dicho de otra manera: eliminar la deducciones especiales y universalizar la AUH generaría un enorme déficit fiscal porque el mayor gasto (transferencias a hogares ricos) no se traduciría necesariamente en mayor recaudación por impuesto a las ganancias!.
Saludos
Juan
Juan,
ResponderEliminarel Estado no tiene medios fáciles de identificar pobres y no pobres, y además el proceso de "identificación" crea oportunidades de mala asignmación, voluntaria (corrupción, clientelismo) o involuntaria. Hay una enorme literatura internacional sobre este tema, ya que incluso en países desarrollados es muy difícil hacer la "evaluación de los medios de vida" ("means test" en la jerga).
En segundo lugar, no se distraen recursos de la sociedad en este terreno, ya que los ricos devuelven luego con impuesto a las ganancias y la abolición o reducción de las actuales exenciones.
Finalmente, los beneficios universales ya existen y no causan ningún problema, como por ejemplo los hospitales y escuelas estatales, o las asignaciones familiares que también las cobra un juez de la Corte o un gerente general de una empresa privada. Nadie se queja si el hijo de un profesional va a la escuela pública (pudiendo pagarse una privada, o pagar una cuota mensual en beneficio de la escuela pública); nadie se horroriza (al contrario) si la clase media y los ricos pueden ir gratis a la universidad estatal, que es toda una institución que de hecho transfiere masivamente ingresos hacia las clases medias y altas (que constituyen la inmensa mayoría del alumnado). Del mismo modo el Estado provee gratis los servicios de policía, registro civil, defensa nacional y muchos otros, por igual a todos sin distinciones.
Los beneficios dirigidos exclusivamente a pobres tienen el efecto de "marcar" a los pobres como tales; esto fue muy rechazado, por ejemplo, en Chile, cuando el gobierno de Pinochet instauró los primeros programas sociales dentro de sus planes de apertura económica, en la década del 80: había que sacar una "credencial de pobre" para poder entrar a los beneficios, lo cual generaba favoritismo y además discriminaba socialmente a los pobres. Lo mismo pasaba en épocas precapitalistas cuando también se requería un certificado de pobreza (los "pobres de solemnidad", reconocidos como tales por la Iglesia). Si además de "cumplir" con los pobres querés "dignificarlos", lo que corresponde son derechos universales de ciudadanía. Los programas especiales pueden existir, pero con criterios objetivos y automáticos, como por ejemplo el subsidio por desempleo.
Al menos esa es mi opinión.
El motivo de fondo por el cual la AUH no es universal es porque permite un manejo más clientelista.
Héctor, vamos por partes. No se me ocurre de que manera la AUH puede utilizarse de manera clientelar (y mire que soy imaginativo para esas cuestiones) pero ese no es mi punto.
ResponderEliminarTengo claro que existe un registro nacional de DNI, y fui yo quien le señaló que es con ese resitro que se cobra la AUH (previo cruce con otros registros, nacionales y provinciales para evitar que se cobre al mismo tiempo una asignación - nacional o provincial - y la AUH).
Lo que le señalo es otra cosa: en la argentina conviven, además de las asignaciones familiares del ANSES y su subsistema de la AUH, más de 20 sistemas de seguridad social. Constituyen "cajas" para los gobernadores y están asociados a otros beneficios de los que gozan los empleados públicos (pero no los trabajadores que aportan a ANSES) como el 82% móvil.
Absorver todo en ANSES (a lo que, repito, no me opongo) implica que los gobernadores resignen una caja a favor de nación y que los empleados públicos (independientemente de la moral de sus dirigentes gremiales, que no es esto lo que está en discusión) resignen esos beneficios propios de estar en un sistema diferenciado.
En resumen, implica pelearse con la totalidad de las unidades subnacionales y con la totalidad de los gremios estatales (exceptuando los que dependen de nación). ¿Se entiende ahora mi punto? Una propuesta que no tiene en cuenta la política es, en el fondo, un ejercicio de diletancia.
Hector:
ResponderEliminarSigo creyendo que estás equivocado. El Estado sí tiene algunos métodos (imperfectos pero perfectibles) de identificar hogares de elevados ingresos (trabajadores formales de elevados ingresos, bienes personales, impuesto a las ganancias, registro de consumo con tarjeta, etc.).
No veo como esto puede ser clientelar. El criterio de $1500 para cobrar la AUH, en la práctica no rige, es por declaración jurada y el que lo cobra no tiene que demostrar nada, recae sobre el Estado la carga de la prueba de que quien está cobrarndo la AUH está mintiendo sobre sus ingresos y no se puede suspender sino con juicio previo. No hay ningún puntero político que pueda decir vos sí vos no porque ganás mucho.
Más bien lo que hay es un cierto error de inclusión (personas que no debería cobrarlo pero igual lo hacen)que de exclusión (nadie puede ser excluido por un puntero del beneficio, por ley y por reglamentación).
Por el contrario, los ricos evaden o eluden sistemáticamente el pago del impuesto a las ganancias a través de múltiples métodos, tanto más importantes cuanto más significativa es la economía informal (en arg un 36%).
Vuelvo a repetir que en este contexto, universalizar AUH a cambio de eliminar las deducciones especiales por hijo en el impuesto a las ganancias generaría mayor desigualdad y un fuerte déficit fiscal (porque no va a aumentar significativamente la recaudación por impuesto a las ganancias).
Por otra parte, es cierto lo que decis de ciertos servicios sociales universales: salud, educación, seguridad y justicia. Pero no es cierto que todos paguen lo mismo. Quienes tienen mayores ingresos (e.g. empleo formal) cuando van a un hospital público pagan con su obra social (es cierto, algunos dicen que no tienen pero eso es otro problema). Y en educación ya no se puede decir que ricos y pobres la usen en igual proporción (en ese caso el problema es el subsidio a los establecimientos privados). Y lo de la Universidad pública, libre y gratuita para mí si es un problema. Yo creo que si es pública y gratuita no tendría que ser libre (como en las economías socialistas donde hay cupos por carreras según utilidad social). Y si es libre, debería ser paga, según algún criterio contributivo.
Aún así, la educación pública gratuita y universal tiene un efecto social benéfico que no tiene la distribución universal de dinero (una mayor cohesión social, evitando segregación y polarización, hay una gran literatura al respecto).
Repartir dinero a los ricos no tiene ningún efecto benéfico, genera déficit fiscal, no vuelve por ganancias y ni siquiera estimula significativamente al consumo (más bien importaciones y ahorro en dólares).
La AUH tiene que mejorar, incluir a hijos de monotributistas de las primeras categorías pero no tiene que llegar a los hogares de mayores ingresos.
Saludos
Juan y Guido,
ResponderEliminarno hago un problema de principio. Solo pienso que en general las soluciones simples son mejores. Si se anulan las deducciones por hijo (o se gradúan en forma decrecientesegún monto de los ingresos totales), alcanzaría y sobraría para compensar los $180 pesos que cobrarían los hijos de hogares "ricos" o de clase media. La evasión de Ganancias, por supuesto, debería ser combatida, como lo hacen no solo los paises desarrollados sino incluso paises vecinos (Chile, Brasil) donde ese impuesto tiene menos evasión (la bajísima valuación de los inmuebles también contribuye a la evasión del impuesto a bienes personales). La máxima de Benjamin Franklin, "Hay dos cosas seguras: la muerte y los impuestos" a nosotros nos hace reir, pues si hay algo que se puede fácilmente evadir son los impuestos. Pero la existencia de esa máxima como algo intuitivamente cierto en los EEUU es una muestra de lo que nos falta lograr como desarrollo institucional.
La forma más simple de universalizar la AUH es hacerla universal. Los detalles operativos hay que resolverlos, pero seguramente son mejores que el sistema actual.
Hector:
ResponderEliminarCoincido con vos, pero entonces para evitar un déficit fiscal exacerbado y una mayor desigualdad, primero resolvamos el problema de la evasión en ganancias y después, sólo después pensemos en una potencial propuesta de extender la AUH a todo el mundo.
Caso contrario, tendremos déficit fiscal creciente y mayor desigualdad.
Saludos
Juan,
ResponderEliminarConcuerdo en la urgente necesidad de mejorar la recaudación de Ganancias.
También, por supuesto, podríamos haber pensado en mejorar la recaudación antes de renacionalizar Aerolíneas, o antes de aumentar el gasto público durante varios años a un ritmo superior al de la recaudación, o antes de establecer un régimen de obras públicas plagado de sobreprecios. Un Estado más honesto y eficiente, y un poco más sensato, puede perfectamente pagar la AUH que es bastante más urgente que muchas otras cosas.
Yo hice el primer comentario de este post, y mi primera pregunta fue: "Las estimaciones sobre el impacto de la AUH ¿como son calculadas?"
ResponderEliminarHasta ahora nadie la respondió. Tengo la fuerte sospecha que son imputaciones a ojo. Si así fuera, lo mejor sería esperar a tener encuestas sobre el tema (aunque sean las manipuladas seudo-EPH con las cuales el intervenido INDEC confunde a las masas desprevenidas). A menos que los autores hayan tenido acceso privilegiado a las bases de la EPH de 2010, no veo cómo pueden haber obtenido datos para comparar el "antes" y el "después" de la AUH.
¿Cuales detalles operativos? Al menos yo, hablé de restricciones políticas fuertes...
ResponderEliminarEn el caso de los trabajadores en blanco, debido a las cargas de familia, la exención del impuesto a las ganancias es de $ 5000 al año por cada hijo (sin tope de cantidad a diferencia de la AUH que contempla hasta 5). Esos $5000 no es que se pagarían de otro modo, sino que se debería pagar la alícuota proporcional a esos $5000 que se restarían al mínimo no imponible vigente.
ResponderEliminarLa AUH representa un subsidio de $2160= $180 x 12 por hasta 5 hijos.
Si se eliminara la exención por hijo y se aplicara la AUH “universalmente” como propone Héctor (y yo coincido), la categoría más baja que paga IIGG pasaría a pagar un 9% sobre $5000 por cada hijo. Es decir, $450 al año por hijo y recibiría por la AUH los $2160.
Estos trabajadores de clase media serían beneficiados lo que me parece muy deseable porque tampoco es que sean millonarios.
Por otra parte si corresponde el ingreso del trabajador a los tramos siguientes de IIGG los números darían:
$700 (14% de 5000)
$950 (19% de 5000)
$1150 (23% de 5000)
$1350 (27%)
$1550 (31%)
$1750 (35%)
Esto es lo que tendrían que pagar “extra” los trabajadores en blanco por cada hijo.
Si suponemos que todas las familias tienen menos de 5 hijos, en definitiva Juan tiene razón en decir que la implementación del sistema que propone Héctor aumentaría el déficit público, pero en tal caso nada impide que se incremente la alícuota para las personas con mayores ingresos como para compensar. Además esto podría propiciar a que el estado se vuelva más celoso de realizar un blanqueo de las ganancias.
Saludos,
Siguen pasando los dias y aun nadie explica cómo fue que se estimaron los impactos de la llamada AUH sobre la pobreza y la indigencia. Sigo esperando la respuesta para sacarme de mi supina ignorancia, y acallar mis sospechas, seguramente infundadas, de que fue hecha "a ojo".
ResponderEliminarHe dicho "la llamada AUH" porque creo que le sobra la palabra "universal". Debería llamarse "AH" (igual que en "Ah ¿sí?").
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPor primera vez coincido con Héctor. Los cálculos del impacto de la AUH parten, me parece, del supuesto de que el beneficio se distribuye de manera homogénea entre la población pobre e indigente. Intuitivamente , esto no debería ser así: es más razonable suponer una relación inversa entre el grado de miseria y la posibilidad de acceder a un beneficio mediante un trámite (aún un trámite relativamente sencillo) e incluso a la información necesaria para conocer la existencia del beneficio en cuestión. Si esto es correcto, se podría hipotetizar que la población informal no pobre accedió masivamente a la asignación (lo que está muy bien, es un derecho conculcado por la voracidad patronal), que la población informal pobre accedió un poco menos, y que la población indigente lo hizo menos aún.
ResponderEliminarAl contrario, sin embargo, del planteo de Héctor, si esto sucede se debe a la ausencia del (necesario) "clientelismo", cuyas redes (sean partidarias, de iglesias o de ONG´s, que son a efectos prácticos la misma cosa) son las únicas capaces de acercar a la población objetivo a las sucursales del ANSES (y ayudar con los trámites conexos, como DNI, etc.)
Guido, una cosa es el método que se sigue en la práctica para determinar quien recibe AUH y quien no; y otra cosa es determinar cómo se estimó la incidencia de la AUH sobre la pobreza y la indigencia.
ResponderEliminarEn cuanto a la primera cuestión, pienso que en general los beneficiarios deben ser (con algunas excepciones) personas que deberían recibir el subsidio, aunque probablemente fueron elegidos preferentemente aquellos que tenían algún contacto con el gobierno, con los sindicatos, con las organizaciones piqueteras kirchneristas, o con organizaciones tipo Iglesia y ONG. Aun cuando los beneficiarios sean pobres, aun así pueden ser beneficiarios del clientelismo al haber sido elegidos en desmedro de otros tanto o más merecedores que ellos. En realidad no sabemos muy bien cómo ha sido, ya que la asignación no es transparente (ni automática). Alguien tiene que decir que sí, que Juan gana menos de $1500 y hay que darle la AUH, mientras que a Pedro no. Existe la sospecha (no confirmada) de que en promedio los Pedros están más cerca que los Juanes de las organizaciones pro-gobierno. Si la asignación fuese universal y automática esa incertidumbre no existiría (la incertidumbre, por otro lado, no es caprichosa: se basa en otras asignaciones discrecionales del gobierno K, desde las ATN para provincias y municipios hasta los planes Jefes y Jefas o las viviendas del Plan Federal de Viviendas. Sería realmente muy extraño, toda una novedad en el gobierno K, que en la AUH los mecanismos hayan sido totalmente ciegos a las simpatías y conexiones políticas de los beneficiarios.
Con respecto a la segunda pregunta (cómo se hizo la estimación de la incidencia de la AUH en la pobreza y la indigencia) sigo sin saber cómo se hizo. Yo personalmente hice una vez un estudio de este tipo para evaluar el impacto de los programas sociales de Fernando Henrique Cardoso sobre la pobreza en el Nordeste brasileño, usando al efecto la Pesquisa Nacional por Amostra de Domicílios (PNAD), es decir la EPH brasileña. En cada hogar con planes sociales, incluyendo la jubilación por edad avanzada sin aportes, se calculó la pobreza con y sin el respectivo beneficio, y eso permitió estimar el impacto. Pero sin una EPH confiable, y sobre todo sin la EPH de este año (que por otro lado no es confiable), ese análisis no se puede hacer, y por lo tanto la estimación es a ojo. Entre otras cosas se debe haber supuesto que los beneficiarios tenían realmente ingresos bajos, cosa que en realidad habría que haber investigado. Por eso estoy esperando que algún responsable del estudio reflejado en el post de Genérico me pueda explicar cómo hicieron.
Discúlpome: Debido a que también frecuento el blog de los economistas seriales crónicos, por una comprensible confusión puse "Genérico" en mi comentario precedente, donde debería haber puesto "Emmanuel Agis" que es en realidad quien puso el post que encabeza este dialogo.
ResponderEliminarHéctor, estás equivocado en cuanto a la forma de implementación del AUH. El trámite es personal, ni piqueteros ni sindicatos tienen nada que ver en el asunto. De hecho, sos la primera persona que veo que lo plantea de esa manera porque por la forma en que está organizado es casi imposible. Los requisitos son: DNI del menor, DNI del adulto y partida de nacimiento del menor. El trámite es personal y se realiza en ANSES. Para los 1500 pesos solo se pide DDJJ (que es lo mismo que nada). ANSES cruza datos lo que evita que lo cobre un trabajador formal (lo que deja afuera en algunos casos a personas de manera injusta por falta de actualización).
ResponderEliminarEs virtualmente imposible una entrega discrecional de la AUH. Si conocés alguna denuncia al respecto me interesaría mucho conocerla. Descarto que es así por la seguridad en como lo decís...
Guido: No, no tengo una denuncia concreta que hacer. Me baso en informaciones oficiosas indicando que hay personas que son llevadas a la ANSES para obtener el beneficio (que no merecen) por punteros que tienen "la justa".
ResponderEliminarLo de la DDJJ es la forma en que cualquiera que gane más de $1500 puede fácilmente obtener el beneficio. Para el caso hubiera sido mejor no poner ese requisito.
¿O acaso esa DDJJ puede ser usada como prueba de falso testimonio si luego se descubre que el fulano gana más? (El falso testimonio es un delito en el Codigo Penal, aunque dudo que una declaración ante la ANSES valga como testimonio a esos efectos).
Cualquiera que gane más de $1500 en negro, sino salta en ANSES y no se accede a la asignación. Efectivamente, corre ese riesgo ¿Pero que que fiscal va a perder tiempo en perseguir a un tipo que labura en negro?
ResponderEliminarEn serio Héctor, no se donde habrás escuchado esas informaciones oficiosas, pero es practicamente imposible currar con la AUH. Y ojo, que yo no hago de esto una defensa del gobierno. No tengo nada contra las políticas "discrecionales" y, como dije más arriba, considero que son las únicas que pueden realmente llegar al "nucleo duro". Pero con la AUH se optó por otro camino, y si te interesás en ver como funciona el sistema vas a ver que es virtualmente imposible lo que sospechás.
Guido, está bien, me convenciste, no hay curro. Sigo pensando que mejor sería una asignación realmente universal, pero en fin.
ResponderEliminarDe todas maneras mi punto principal y lo que me gustaría averiguar es cómo hicieron los autores del estudio para determinar el impacto de la AUH en la pobreza y la indigencia.
Estimado Héctor,
ResponderEliminarLamento la demora en contestar, estuve con algunas otras cosas y no hice a tiempo.
Respecto de tus dudas sobre cómo se calculo el impacto sobre la pobreza y la indigencia, podés consultar el documento que está referenciado en la nota principal en este link:
http://www.ceil-piette.gov.ar/docpub/documentos/AUH_en_Argentina.pdf
En la sección "Metodología" (p.17) tenés el detalle de cómo se hizo la estimación que da título al documento.
Espero que eso sirva para evacuar tus dudas.
Sds.
Emmanuel Agis.
Gracias por el vinculo a la explicación metodológica. En resumen, lo que han hecho es tomar la EPH de fines de 2009, y SUPONER que todos los potenciales beneficiarios reciben la AUH. Algunos de esos beneficiarios, de ese modo, pasarían de estar debajo a estar arriba de la línea de pobreza (o de indigencia).
ResponderEliminarEs un ejercicio correcto a falta de otra cosa, pero a mi juicio tiene varios defectos, uno de ellos superable en el corto plazo y el otro no:
1. La AUH no ha sido observada sino simulada. Solo con la EPH de 2010 se podría tener una imagen real de quienes reciben el beneficio, y entre ellos quienes pasan de pobres a no pobres.
2. La EPH "intervenida", con sus ínfimos porcentajes de pobreza, no goza de gran prestigio entre los investigadores del tema. Es altamente probable que (además de usar líneas de pobreza demasiado bajas en virtud del falseamiento de la inflación) las bases de datos hayan sufrido "correcciones y ajustes" como lo mencionó el ilustre estadístico Dr Itzcovich el año pasado.
3. El ajuste inflacionario efectuado con el promedio de 7 provincias me parece sumamente insuficiente. En 2007 y 2008 la inflación fue de 23% en cada año, el 2009 bajó a alrededor de 15-18%, y en la primera mitad de 2010 anda en 30% anual (un 15% acumulado, digamos entre la encuesta de noviembre y una fecha seis meses después, pongamos mayo 2010). Esta secuencia arroja 1.23x1.23x1.165x1.15=2.05 (un 105% de inflación respecto a diciembre de 2006). Los datos de 2007 son los que registró la provincia de Mendoza en ese mismo período, y los de 2008-10 son los de B.A.City, pero gruesamente coinciden con los de las provincias que tienen indices más o menos comparables al de GBA(Mendoza, Santa Fe especialmente). Yo no he hecho un cálculo propio detallado, ni un examen de los relativos de precio de las distintas provincias, pero de todas maneras el procedimiento correcto, si es que se toman datos provinciales de variación de precios, consistiría en promediar esos relativos de precios y aplicarles las ponderaciones del IPC GBA vigente hasta 2006. Al menos como planteo, eso coincide con el planteo de B.A.City, aunque en este blog ha habido comentarios sobre la presunta falta de validez de esa fuente, sobre lo cual deberíamos tener más precisiones para poder evaluar su desempeño.
4. Todo esto se refiere a una comparación entre los ingresos declarados en la EPH y el ingreso adicional teórico de la AUH. En tanto que el segundo es una suma cierta, el primero es una mera suma declarada, afectada por una fuerte subdeclaración (no de ahora, sino histórica), propia de una economía fuertemente informalizada, y esto es aparte de cualquier manipulación de datos que pueda haber efectuado el grupo de patoteros y grupos de choque que actualmente maneja las estadísticas argentinas. Este punto no lo estoy considerando en este comentario, ya que es un problema que afecta a todas las mediciones de pobreza basadas en ingresos declarados en encuestas, y cuyo resultado es una fuerte sobreestimación de la pobreza, proporcional a la distancia entre el ingreso declarado per capita, y el ingreso personal disponible de las cuentas nacionales. Ese ratio en la Argentina es bastante más bajo que en otros países sudamericanos. Esto significa que la pobreza es sistemáticamente exagerada por la EPH, en todos los períodos, independientemente de las manipulaciones. Pero, como digo, este aspecto no es contemplado en el presente comentario.
Estimado Héctor,
ResponderEliminarSí, efectivamente, lo que hicimos fue una análisis de variación conjetural. Así se hacen las cosas en economía. Si nuestro trabajo no le despierta mucha confianza, puede también mirar este otro:
http://www.depeco.econo.unlp.edu.ar/cedlas/archivos_upload/doc_cedlas102.pdf
Que tres meses después no hace más que confirmar lo que nosotros ya dijimos, con una metodología análoga.
Respecto del punto 2, no lo entiendo. Las líneas se calculan con índices de precios, la EPH no juega ningún lugar ahí. Es por eso que usamos el índice de precio de las 7 provincias.
En cuanto al punto 3, ud dice: "Yo no he hecho un cálculo propio detallado, ni un examen de los relativos de precio de las distintas provincias..."
Bueno, nosotros sí hicimos el cálculo. En vez de contarnos qué le parece, lo que puede hacer es bajar los dos índices de precio, el del GBA y el de las 7 provincias (que se baja de la página del CENDA) y mirar cuál era el diferencial entre ambos para 2009. Cuando lo haga, se va a dar cuenta de que nuestro cálculo está bien y que, para colmo, le sumamos un 15% a ese diferencial como para tener un cálculo ultra conservador.
Gracias por los comentarios
Sds.
Emmanuel Agis.
quisiera saber si van a quitar la asicnacion por hijo que conteste al censista que tengo heladera que tengotelefono fijo y celular y que tengoconputadora quiero saber la pregunta
ResponderEliminarporfabor
cuando tendria la respuesta
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